Aunque Italia aún no ha aprobado la legalidad del matrimonio igualitario en su territorio, algunos ayuntamientos han comenzado a mover las fichas permitiendo la inscripción de las uniones contraídas en el extranjero con el objetivo al parecer de estimular al actual gobierno italiano, que desde hace algunos meses se encuentra trabajando en un proyecto de ley para regularizar el estado civil de estas parejas homosexuales.
Este trámite se tratará de un simple acto burocrático de efecto únicamente local, con el fin que consiste en la inscripción de la unión en el Registro Civil de esta determinada localidad donde se asentará este matrimonio celebrado en el extranjero, tal como se realiza con este tipo de uniones en el caso de parejas heterosexuales.
Uno de los alcaldes pioneros en avanzar sobre esta medida ha sido Luigi Di Magistris, exfiscal estatal y ahora alcalde de la ciudad de Nápoles, que apoya esta medida que, según su opinión, “este registro permite enfocar de manera más precisa sus políticas en materia social o de impuestos, porque crea de algún modo la categoría social de matrimonio igualitario”. Di Magistris también agregó que este registro iguala el matrimonio heterosexual con el homosexual a la hora de participar cívicamente, por ejemplo, en las políticas sociales de la ciudad o en la asignación de casas de protección oficial.