Un duro revés han sufrido los derechos sociales en el país galo este último jueves cuando el gobierno conservador reitero en la Asamblea Nacional (Cámara de Diputados) su rechazo al matrimonio igualitario argumentando que sólo el matrimonio heterosexual puede considerarse como una institución y la base del núcleo familiar.
«Este debate es una oportunidad de mostrar el apego de nuestra sociedad al matrimonio, por la seguridad que otorga respecto a otros tipos de uniones y por el símbolo social que representa», afirmó el ministro francés de Justicia, Michel Mercier. Este ministro también agregó para justificar su oposición que considera esta iniciativa como innecesaria, porque las uniones de hecho sirven actualmente a las parejas del mismo sexo.
Esta propuesta socialista será votada el próximo martes y llegará a la Asamblea Nacional durante un año electoral en la que la izquierda busca abrir el debate de las bodas homosexuales en la opinión pública y en el congreso. El diputado Patrick Bloche, impulsor del proyecto de ley, apoyó su requerimiento en la decisión del Consejo Constitucional de pedir al Legislativo que aclarara la posición de Francia en este tipo de uniones.
El legislador Bloche también lamentó que Francia esté «actualmente todavía a la saga» de otros países con visión más progresista y que durante los últimos años reconocieron el matrimonio igualitario como Holanda, España, Bélgica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia.
Fuente: NT