El trabajo, la crisis, las mentiras, los cuernos, la crisis, la familia, el dinero, la crisis, la crisis, la crisis… son muchos los factores hoy en día que ponen al borde de la ruptura a muchas parejas. Dentro de ese grupo de parejas al borde de la ruptura se dividen dos subgrupos: los civilizados y los animales. Creo que no hacen falta descripciones. Yo mismo he formado parte del segundo subgrupo en demasiadas ocasiones, pero ese no es el caso en este momento.
Dentro del primer grupo, los civilizados, son muchas las parejas que a diario luchan por seguir adelante. Los problemas de cada pareja pueden ser mil y uno pero todos acaban desembocando casi siempre en lo mismo: la pérdida de la pasión. Mil broncas al día te acaban apagando, los problemas económicos te acaban apagando, tu jefe, Mercadona… es como si cada problema se agarrase de la punta de tu miembro erecto y jugase a ser Tarzán. Siempre acaba llegando el momento en que todo baja y el problema acaba encontrando el columpio perfecto en tu pito.
Pero así es. La rutina nos mata y nuestro propio entorno consigue romper todo por lo que tanto hemos luchado año tras año. Cada pareja es un mundo y cada persona ya ni te digo. Cada uno enfoca sus problemas a su manera y los soluciona como mejor puede o quiere. La pasión está perdida desde hace tiempo, pero no te imaginas sin él. ¿Y si abrís la pareja?