Un restaurante de Pekín fue el escenario de celebración de una ceremonia privada -y simbólica- del casamiento entre Xiao Qiang y Da Wen, dos hombres que han pretendido con este evento llamar la atención pública y buscar el reconocimiento de la realidad homosexual en el gran país asiático.
Aunque la pareja sabe que el matrimonio gay no está reconocido legalmente en su país, buscaron declarar su unión públicamente para mostrar este ejemplo y animar a otras parejas homosexuales chinas.
La unión tuvo la presencia de cincuenta amigos de la pareja y, como el matrimonio no puede registrarse legalmente, crearon un certificado simbólico de una institución de fantasía llamada «Comité Chino del Feliz Matrimonio», un divertido documento con las fotos de ambos y un sello de la imaginaria institución.
«Nosotros queremos sólo vivir juntos como una pareja normal y estable. No nos interesa si el matrimonio es válido o no. La mentalidad de la gente por fortuna ahora es más abierta que en el pasado», afirmó Xiao Qiang, que trabaja como director de un voluntariado en la prevención del SIDA. En relación a este tema también opinó: «Todo intento de combatir la propagación del SIDA merece la pena ser intentado, incluso casarse».
Fuente: ESC