-Me parece que me va a tocar darle un descanso a esta segunda parte de BATC para empezar con la tercera. Esta “familia” necesita un descanso.-
Si hay algo importante en la vida de todo homosexual una vez ha salido del armario eso son los amigos. Recuerdo algunos veranos, recién estrenadito en la España rosa, que bromeábamos sentados en la playa inventándonos las salidas del armario del de enfrente. “¡Pues tú cállate, que me tuviste que dar los tacones para que te los sujetase por si tu padre salía corriendo a darte un estacazo cuando le dijiste que te las comías hasta con la bragueta cerrada!”
Otro de los momentos que siempre salía a resurgir en las borracheras de playa eran las preguntas de las madres… benditas madres… cada unas más bestia que la anterior. “¿Entonces te gusta llevar bragas?” “¿Ahora te voy a tener que comprar ropa de mujer?” “¿Y cual es tu nombre de chica?” “¿Te vas a operar?” Aunque la mayoría coincidíamos en una pregunta con la que podíamos reír hasta casi ahogarnos: “¿Estás seguro de que no te has equivocado?” En ese momento podíamos hasta llorar de la risa, sobre todo inventándonos las respuestas que quizás debíamos haber dado: “A ver, mamá, dos mas dos son cuatro, ¿verdad? Pues yo soy maricón.”
Qué hubiera sido de mí sin mis amigos. Sobre todo, qué hubiera sido de mí sin ti. Una pena que haga tantos años que no quieras saber ni si existo. Yo sigo hablando de ti casi a diario. De cuando hacíamos las versiones yonkis/putas de los anuncios de la tele. ¿Te acuerdas del champú? Quizás esto sirva para algo y te vuelva a encontrar. Todos tenemos derecho a equivocarnos y yo ya pagué todos mis fallos.
‘Bear and the City’ – Síguelo desde el capítulo 1
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