Tener que viajar de vuelta con mi padre –había en torno a unos cuarenta kilómetros entre la casa y la oficina- tampoco era tan malo. A veces tenía suerte y hasta podía escuchar mi música en la radio de su coche, que era la que sonaba mejor de todas. Esa tarde me dejó poner la música y casi sin haberme quejado, cosa bastante rara. A los pocos segundos entendí el porqué.
Mi padre no se andó con rodeos: “¿Qué clase de relación tienes tú con tu amigo el bailaor?” En ese momento sentí como me envolvía un frío enorme. No fui capaz ni de moverme. Intentaba descubrir el porqué de esa pregunta pero no conseguía obtener ninguna respuesta en ese momento. Respondí como pude, “Ahora mismo ninguna”. Recuerdo mirar de reojo a mi padre y ver un gesto de total asco. “Ese amigo tuyo… es parguela, ¿si?” Recordareis que ya comenté que “parguela” podría ser la forma más despreciable con la que te podías referir a un homosexual en mi ciudad. “¿Y eso a ti qué te importa?” Intenté hacerme el digno, pero se me fue todo el aire con la siguiente afirmación de mi padre, “¡Me importa desde el momento que me entero que se está acostando con mi hijo!” Lo único que pude pensar en ese momento fue que no era esta precisamente la manera en la que me hubiera gustado salir del armario.
En ese momento opté por callar y dejar que mi padre terminase de explotar. Todos sus comentarios giraban en torno a él exclusivamente. ¿Qué iba a pensar la gente de que él, gran señor, tuviera un hijo maricón? Ese era su único problema: su imagen. La única vía de casi escape que encontré aquí fue intentar reducir la pena de muerte aceptando una bisexualidad totalmente falsa. Quizás incluyendo a las chicas en mi abanico de gustos, aunque sólo fuese de boquilla, podría resultar más llevadero para la familia. Pero no. La ira de mi padre estaba en modo incontrolable y no sabía que decir o hacer para intentar que se calmase un poco, así que le pregunté que de donde había salido toda esa información. Y me lo explicó.
‘Bear and the City’ – Síguelo desde el capítulo 1
Imagen – Hoy Padres