Lo bueno de que tú y yo tuviésemos tantas cosas en común era que, en fechas “señaladas”, siempre podíamos huir de las familias y escondernos en cualquier parque a comer sándwiches, patatas fritas y beber whisky. Lo malo venía cuando las familias se nos echaban encima porque decidíamos huir de ellos en Navidad. Pero era lo que había, ¿verdad?
Me acuerdo de esa Nochebuena en la que, aún no eran ni las doce de la noche, y nosotros ya estábamos cenados y bebidos de parque y nos dirigíamos al centro acompañados de unas chicas, ¿podían ser gitanas?, que nos habíamos encontrado en la calle y nos pusimos a cantar con ellas el ‘Te estoy amando locamente’ a grito pelado. Siempre fuimos de hacer buenas migas con todo el mundo.
Recuerdo también cuando llegamos al centro y vimos que habían llegado parte de la gente con la que habíamos quedado, cómo reaccionaron al vernos: “¡Mira estos dos! ¿Ya vais así?” Y la verdad era que habíamos empezado bastante temprano, ya que yo tenía que bajar en el último autobús y los horarios no eran del todo buenos.
Lo pasábamos bien, muy bien. Tú pensarás que no, que ya han pasado muchos años, pero te aseguro que no pasa semana que algo no me recuerde a vosotros. ¿Por donde andarás ahora?
‘Bear and the City’ – Síguelo desde el capítulo 1
Imagen – WN