Todos descamisados, pasados de kilos, la mayoría con la típica pose de brazos cruzados y cara de matón de discoteca. Un setenta por ciento de barbudos, un veinte de perillas y un diez de caras al natural o con arreglos imposibles. Osos a fin de cuentas.
Lo malo venía cuando, después de varios días charlando e intercambiando fotos, algunas bastante subidas de tono, aceptabas el intercambiar los números de teléfono. Resultaba que semejante machazo, ese de dos metros y pico por otros dos metros y pico de asunto, descolgaba el teléfono y decía un «¿dígame?» en un tono tan agudo que casi sólo podían escucharle los perros. ¿Pero es que estaban todos locas? Al menos los que acababan siendo mis habituales resultaban ser todas las princesas de sus casas. Oye, que es muy respetable, pero eso es algo que no me pone… pero nada. Además llegué a un punto en el que hasta me enfadaba y se lo reprochaba a todos: «¿Para qué posas en modo Hércules cuando lo que de verdad va contigo es ir de Mesalina, maricón?»
Pero bueno, ese era un riesgo que había que correr. Al menos, con internet y el adsl, se facilitaba bastante el tema del primer contacto a través de webcam y micrófono. Aunque he de reconocer que había más de un hijo de puta que posaba hasta en ese momento. Menos mal que la que está loca, está loca siempre, y siempre acaba cojeando por algún lado. De todos modos no fue una mala época. Guardo recuerdos muy buenos… muy frikis… pero muy buenos de esa época.
Posar como Hércules en las fotos es peor que tener vocecilla. No se si alguna vez me hice alguna foto posando como Hércules , a lo mejor si. Si lo hice soy lo peor!!
A mi la voz no me importa demasiado, pero las piernas si. Prefiero vocecita que piernecita. Soy asi.
Buenísimo este post, Gato. Jajaja. He reído mucho con las frases «[…]un tono tan agudo que casi sólo podían escucharle los perros.» y «¿Para qué posas en modo Hércules cuando lo que de verdad va contigo es ir de Mesalina, maricón?». Jajaja. ¡Qué grande eres, tío! 😉
Muy bueno Gato