En una especie de manotazo de ahogado, el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, parece que luego de años y años de mantener una actitud homófoba, ha decidido cambiar su discurso antigay con el fin de ganarse el favor de la comunidad LGBT (algo improbable), de acuerdo a sus últimas declaraciones en las cuales se ha mostrado a favor de modificar el actual Código Civil italiano, para ampliar los derechos a los ciudadanos italianos LGBT, con el fin de que las parejas del mismo sexo puedan tener un reconocimiento jurídico de sus uniones civiles.
Berlusconi parece haberse enterado ahora que los homosexuales también tienen derecho a leyes igualitarias, dado que manifestó a la prensa italiana de manera inesperada: «La batalla por los derechos civiles de los homosexuales en un país realmente moderno y democrático debe ser un empeño de todos».
Las organizaciones LGBT italianas no tardaron en dar su opinión sobre el repentino cambio de postura de ‘Il Cavaliere’. Fabrizio Marrazzo, director ejecutivo de la plataforma italiana Gay Center, manifestó que en cuestión de derechos no bastan los deseos y que lo que verdaderamente se necesita en Italia son propuestas concretas. Marazzo recordó que, desde el poder, Berlusconi no hizo absolutamente nada por la comunidad LGBT y le recomendó incluir esta propuesta en su plan de gobierno con miras a los comicios de febrero próximo.