El pasado jueves 5, el Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) ha reconocido las parejas homosexuales como “uniones estables” y equivalentes en sus derechos a un matrimonio heterosexual. El STF ha aceptado la legalidad de las uniones homosexuales, con el voto favorable de diez magistrados y la abstención de uno. Tras esta aprobación el Brasil se convirtió en el segundo país latinoamericano en aprobar este tipo de uniones civiles, después de que Argentina hiciera lo propio en 2010.
Esta decisión histórica supone que las uniones homosexuales pasan a tener el mismo régimen jurídico que las heterosexuales, al considerarse igualmente como una «unidad familiar». De esta manera podrán beneficiarse de herencias, pensiones, la inembargabilidad de la vivienda conyugal, la inscripción en el registro de la Seguridad Social y en programas sanitarios, la autorización para la realización de cirugías de riesgo y la división de bienes en caso de separación.
Claudio Nascimento, director del Comité de Gays, Lesbianas y Transexuales de Río de Janeiro, destacó la aprobación y agregó que con esta decisión el país avanza en su compromiso de tratar a todos los ciudadanos por igual, con independencia de su condición sexual. Nascimento también agregó: «Es un día histórico para Brasil, el grado de civilización de un país se puede medir por cómo la gente trata a su comunidad homosexual.»
La reacción de la Iglesia Católica de Brasil no se hizo esperar y ya ha manifestado su rechazo a la sentencia, al considerar que la única unión reconocida por la Constitución es la heterosexual. «La pluralidad tiene sus límites», opinó Hugo José de Oliveira, abogado de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB).
Fuente: DM