Una gran controversia se ha creado en el país del norte luego que un periódico canadiense revelara que, en un reciente caso de divorcio entre una pareja de lesbianas, el Ministerio de Justicia canadiense falló que las mujeres no podían en realidad divorciarse dado que el matrimonio celebrado en Toronto en 2005 no era considerado valido ante la justicia canadiense.
De acuerdo con este Ministerio, como las dos mujeres no son residentes ni ciudadanas canadienses (una reside en Florida y la otra en Inglaterra), y que en ambas jurisdicciones no es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo, Canadá no consideraba valida esta unión.
Esta postura del la justicia canadiense dejo automáticamente en el limbo a aproximadamente cinco mil parejas extranjeras, que no residen en Canadá pero que han contraído matrimonio allí desde el año 2005. Esta decisión jurídica no afecta a los matrimonios entre parejas homosexuales celebrados entre parejas canadienses o residentes en el país.
Posterior a esta información el Gobierno canadiense anunció que modificará la ley sobre matrimonios para permitir que cualquier pareja extranjera casada en Canadá pueda divorciarse, pero el comunicado no hizo ninguna aclaración sobre la legalidad de esas uniones
La insólita noticia de que el Gobierno canadiense considera desde ahora inválidos los matrimonios gays celebrados en Canadá entre parejas no residentes fue duramente criticada por políticos y organizaciones sociales.
Fuente: ABC