Los activistas chinos por los derechos LGBT se encuentran en lo que podría considerarse como un hito legal en su lucha por parar las terapias para la cura de la homosexualidad, un tratamiento que sigue siendo legal y practicado en este país asiático. Desde la pasada semana, un tribunal chino dará audiencia al primer caso de este tipo, en la batalla legal entre un homosexual contra una clínica que ofrece ‘terapias de conversión gay’.
Xiao Zhen presentó en las últimas semanas una demanda por daños y perjuicios contra la clínica Xinyu Piaoxiang, en la localidad china de Chongqing. Xiao manifestó que durante el tratamiento fue sometido a electroshock con el fin de que no tuviera sus fantasías sexuales con hombres. Zhen describía a la prensa: «A mí afortunadamente me aplicaron la terapia de descarga eléctrica sólo una vez, pero imagínense aquellos a quienes se la aplicaron varias veces».
Zhen se sometió al tratamiento en la búsqueda de recabar evidencias sobre el cuestionado tratamiento y ahora espera que un fallo judicial a su favor logre prohibir la práctica. Aunque es una práctica perversa y está ampliamente desacreditada por la comunidad médica internacional, la terapia reparadora de la homosexualidad es ofrecida en varias clínicas a lo largo de China. Xiao Tie, directora ejecutiva del Centro LGBT de Pekín, que apoya la demanda de Zhen, comentó sobre el asunto: «Es el primer caso contra la terapia de conversión en China. En China, la mayoría de las personas que se someten a la terapia de conversión lo hacen porque son empujadas por sus propias familias».