A pocas horas de anunciarse a los reclutas de la marina que se permitía oficiar matrimonios gays en las capillas de sus bases -siempre que la fe del pastor y la ley del Estado lo permitieran- la marina dio marcha atrás a la decisión frente a la presión de los republicanos del congreso de los EE.UU. desautorizando así el comunicado interno emitido por el contralmirante Mark Tidd, jefe de los capellanes militares de la marina estadounidense.
Frente a esta nueva decisión Tidd se vio obligado posteriormente a reenviar un nuevo memorando en el que notificó que las uniones gays en bases militares situadas en Estados donde sean legales y oficiadas en el seno de credos que las acepten «quedan suspendidas hasta que nueva orden, a la espera de análisis políticos y legales y labores de coordinación entre los diversos departamentos implicados».
Es impresionante comprobar la velocidad con que la maquinaria política anti-gay reaccionó frente a este anuncio de la Marina, que provocó la inmediata la oposición de diversos congresistas conservadores. El republicano Todd Akin, presidente del Subcomité de Fuerzas Navales de la Cámara de Representantes, envió a la Marina una carta, firmada por otros 62 congresistas, en la que exigía al Pentágono que cumpliera una ley de 1996 conocida como Defensa del Matrimonio, que invalida los matrimonios homosexuales a nivel federal.
Fuente: EP