Se acaba el año. Se va el 2012 con muchas buenas noticias sobre el matrimonio igualitario, que poco a poco sigue abriéndose puertas por el mundo. También iconos de la televisión, el cine y la música siguen dando la cara por los derechos de la comunidad LGBT. Se podría decir que entramos en el año nuevo bien respaldados, ¿verdad?
Aunque no se nos puede olvidar mencionarles a “ellos”… esos que casi nos anuncian como el fin del mundo, de ser los culpables huracanes, crisis y demás males que se sufren en la sociedad de hoy. Sí, ustedes, a los que ni voy a nombrar, igual que vosotros a nosotros en vuestro mensaje de Navidad. Y como vosotros, nosotros también tenemos motivos para señalaros, pues a nadie se le olvida todos los casos que intentasteis -sin éxito ahora- encubrir de pederastia. Esos sois vosotros, los que predicáis una bondad y unos buenos deseos de mentira cuando lo que de verdad os ocurre es que vivís amargados por el odio a los que no son como vosotros. Vosotros, que os bañáis en dinero y seguís pidiendo más.
Pero fijaos que, incluso después de que toda esa gentuza abogue por la destrucción de una comunidad que sólo lucha por poder vivir al lado de la persona a la que realmente ama, con los mismos beneficios que cualquier otra familia, todavía quedan ganas de apostar por un año mejor, un año en el que seguir dando nuestros pasitos, que aunque pequeños, demuestran muchos más valores, amor y respeto por la vida y la familia, nuestra familia, que la de todos esos que nos miran por encima del hombro. A todos “nosotros”, a vosotros que os asomáis a leer y conocernos un poco más, a los que sí y a los que no también… feliz año 2013.