Gene Robinson, el obispo episcopal del estado de New Hampshire, admite que estuvo molesto al principio de su nombramiento por ser permanentemente tildado como el primer obispo abiertamente homosexual de la iglesia anglicana, pero también confiesa que se terminó dando cuenta que, de no mantenerse en su camino pastoral, estaba perdiendo un lugar desde el púlpito donde poder abogar por la igualdad social.
En estas últimas semanas, Robinson se ha estado preparando para su retiro luego de una década como obispo. Robinson reconoce que desde su designación, que provocó un gran debate, la iglesia ha recorrido un largo camino durante el cual se han abierto las puertas a la llegada de feligreses homosexuales y lesbianas en el liderazgo de la congregación anglicana.
Actualmente Robinson tiene 65 años, y el próximo 5 de enero entregará su cargo de obispo a su sucesor, Robert Hirschfeld, en una ceremonia en la iglesia Episcopal de San Pablo (Concord, New Hampshire). El religioso también adelantó que su trabajo a favor de los derechos sociales aún está lejos de acabar, dado que a pesar de dejar su cargo de obispo se unirá al Centro para el Progreso Americano, un movimiento progresista que se centra en asuntos de inmigración, sanitarios, desfavorecidos sociales y también por la lucha los derechos de los homosexuales en Estados Unidos.
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Fuente – Huffington Post
Foto – HP