La pasada tarde del viernes (5) grupos de activistas LGBT se congregaron en la puerta del Parlamento griego en Atenas en protesta a la decisión del gobierno griego de postergar la legislación que permitiría las uniones civiles entre personas del mismo sexo en Grecia. Esta decisión tomada por el gobierno griego fue adoptada a pesar de las advertencias del Tribunal europeo, que sentenció a Grecia como un país donde actualmente se discriminan a los ciudadanos homosexuales.
Alrededor de medio millar de personas se sumaron a la protesta pacífica en el centro de Atenas mientras los legisladores se preparaban a someter a votación una ley en contra del racismo. Luego de la noticia de la postergación de la esperada ley, oficialmente, el ministro de Justicia, Haralambos Athanasiou, anunció que las uniones civiles entre homosexuales habían quedado fuera de la legislación porque primero será necesario hacer más análisis sobre la manera en que tales uniones afectarían el sistema tributario y social, así como a la actual ley de la familia.
El pasado mes de noviembre, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos decretó que las leyes griegas eran totalmente discriminatorias hacia el colectivo LGBT y ordenó al estado griego a pagar los daños y perjuicios causados a cuatro parejas homosexuales que llevaron su caso de discriminación sexual a la corte europea de Estrasburgo (Francia). Los derechos LGBT siguen siendo un tema complejo en Grecia, donde varios miembros prominentes de la Iglesia Ortodoxa griega e integrantes del partido conservador en el poder se oponen radicalmente a las uniones entre personas del mismo sexo, con el argumento de que debilitarían la institución de la familia.