La semana pasada el Ministerio del Interior de Israel anunció que próximamente reconocerá legalmente los mismos derechos de ciudadanía a la parejas gays, de la misma manera que lo hace con las heterosexuales. Con esta decisión el Gobierno de Israel ha decidido extender los derechos de la denominada Ley de Retorno, que otorga la ciudadanía israelí a los dos miembros de una pareja casada con independencia del sexo de sus componentes y aunque uno de ellos no sea judío y que quieran emigrar a Israel e instalarse con pasaporte israelí.
La decisión sobre la Ley de Retorno afecta directamente a una de las normas más emblemáticas del estado de Israel y supone un paso más en la progresiva equiparación de los derechos legales de las parejas del mismo sexo en Israel. El anuncio fue realizado el pasado martes (12) por el propio Ministro del Interior israelí, Gideon Sa’ar, quien expresó luego de dar a conocer la noticia: “Las puertas de Israel estarán desde hoy abiertas a cualquier judío y su familia, sin discriminación basada en su modo de vida”.
Con esta modificación a la norma vigente desde la década de 1970, se pone fin a una situación legal ambigua que había llevado a decisiones contradictorias para algunas las parejas homosexuales que buscaban emigrar a Israel. En 2011, por ejemplo, se concedió la ciudadanía a un estadounidense no judío casado con un israelí, pero pocas semanas después se la denegaba a un ciudadano uruguayo en un caso similar.