Jeremy Pemberton, el sacerdote británico de la iglesia anglicana que se atrevió a desafiar a su congregación casándose con su novio, Laurence Cunnington, ha comenzado a sufrir el castigo de los obispos anglicanos con la reciente inhabilitación de sus funciones eclesiásticas. Pemberton, hasta ahora capellán en un hospital público, se casó el pasado mes de abril con su pareja, y ha sido en la última semana cuando recibió la desafortunada notificación oficial del obispo de la diócesis de Southwell y Nottingham, Richard Inwood, comunicándole la retirada de su licencia para oficiar en su diócesis.
Momentáneamente Pemberton podrá mantener su licencia en la diócesis de Lincoln, así como su empleo para el Sistema Nacional de Salud por el ayuntamiento, pero ya no se le permitirá al clérigo anglicano llevar a cabo los servicios en el condado inglés de Nottinghamshire. Con la legalización del matrimonio igualitario el pasado mes de marzo en Inglaterra, el sacerdote Pemberton decidió casarse con su pareja, pero la Iglesia de Inglaterra a la que pertenece Pemberton no ha aceptado esta ley.
El reverendo Richard Inwood, obispo interino de Southwell y Nottingham, manifestó que el matrimonio entre personas del mismo sexo se encuentra totalmente en oposición con las enseñanzas de la Iglesia de Inglaterra, y declaró sobre el asunto: «Se dijo que no sería una conducta apropiada para alguien en las órdenes sagradas el celebrar un matrimonio del mismo sexo, dada la necesidad de clero para modelar la enseñanza de la Iglesia en sus vidas».