El pasado miércoles (12) se citó un precedente en el circuito judicial estadounidense, luego de que un juez federal revirtiera la prohibición del matrimonio igualitario en Carolina del Sur (sureste de EE.UU.) y al mismo tiempo que el magistrado negó la petición del Fiscal General de la entidad de desestimar el caso. El Juez Federal Richard Mark Gergel expresó en su contundente dictamen que el «Gobierno estatal no tiene el derecho de decidir qué ciudadanos pueden o no pueden casarse».
El Juez Gergel citó la decisión de la Corte de Apelaciones del 4to Circuito en el caso de Bostic v. Schaefer en el que la corte falló en contra de la prohibición de matrimonios entre personas del mismo sexo. El magistrado afirmó que la decisión del 4to Circuito establece una autoridad legal clara y controladora. La Corte de Apelaciones del 4to Distrito decidió que el matrimonio es un derecho fundamental y negarlo a alguien es inconstitucional.
La decisión del Juez Gergel se definió como resultado de la demanda planteada por la pareja formada por Colleen Condon y Nichols Bleckley, quienes solicitaron una licencia de matrimonio, solicitud que fue posteriormente suspendida por la Corte Suprema de Carolina del Sur. El juez le dio al Fiscal del Estado Alan Wilson hasta el medio día del 20 de noviembre para apelar esta decisión. Así mismo el juez manifestó que el estado no se perjudica al permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo pero al contrario los que buscan contraer matrimonio sí se perjudican enormemente en sus derechos sociales y civiles.