La pasada semana una jueza federal de los Estados Unidos declaró inconstitucional la prohibición del derecho al matrimonio civil de personas del mismo sexo en el estado de Virginia (sureste de EE.UU.). De acuerdo con el fallo emitido el pasado jueves por Arenda Wright Allen, jueza de Corte Federal de Distrito para el Distrito Este de Virginia, en Norfolk, la prohibición al matrimonio entre personas del mismo sexo «es inconstitucional», dado que niega a estos ciudadanos «una libertad fundamental a contraer matrimonio».
La jueza Allen, en su dictamen, argumento que esta prohibición «violaba el derecho al debido proceso y la igualdad ante la ley en virtud de la Constitución de Estados Unidos». La jueza federal, además de reconocer su carácter inconstitucional, ha realizado con este fallo la reversión legal más fuerte hasta momento de las enmiendas restrictivas al matrimonio que existen en todos los estados del sur de EE.UU, tradicionalmente muy conservadores, anulando una enmienda constitucional aprobada por los votantes de Virginia en 2006, así como todas las leyes anteriores que impiden el matrimonio igualitario en este estado.
De acuerdo con la magistrada norteamericana, el estado de Virginia debe respetar los matrimonios entre personas del mismo sexo que se contrajeron legalmente en otros estados. No obstante, la jueza suspendió temporalmente su decisión hasta que se presenten apelaciones y su fallo sea ratificado. Hasta que no se lleven a cabo estas apelaciones y se dicte sentencia final, las parejas homosexuales no podrán casarse en Virginia. Los opositores al matrimonio igualitario en Virginia ya se han comprometido a apelar esta decisión en la Corte Federal de Apelaciones en los próximos días.
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