A través de un mensaje de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) se adelantó que los sermones de la iglesia católica durante la próxima Semana Santa estarán dirigidos a insistir en el rechazo a que parejas homosexuales puedan acceder a la adopción.
Puntualmente, el Arzobispo de la ciudad de Bogota, monseñor Rubén Salazar Gómez, envió una carta en contra de la adopción que fue leída en la Misa de Ramos. Esta carta arremetió contra la posibilidad que la Corte Constitucional colombiana pueda autorizar la adopción de parejas homosexuales en el país andino.
«Los católicos nos oponemos a que los menores de edad puedan ser confiados en adopción a parejas conformadas por personas del mismo sexo y rechazamos una eventual decisión de la Corte Constitucional en este sentido», escribe Salazar en un párrafo de su carta.
Agrega también polémicos enunciados como: «Existen serios estudios avalados por la comunidad científica que ponen en evidencia dudas y reservas sobre la idoneidad de las parejas homosexuales para brindar a los menores de edad un óptimo espacio de desarrollo psicoafectivo y de integración social.»
Los dichos del arzobispo homófobo son sólo una muestra más de cómo la iglesia pretende inmiscuirse en los derechos de todos los ciudadanos sin importarles su religión o respetar sus ideas.
Este prelado es sólo un hipócrita vocero de la misma institución que durante las ultimas décadas ha perdido toda credibilidad moral por atentar contra los derechos individuales y por ocultar y consentir abusos a menores por curas pederastas en sus propias congregaciones.
Fuente: ESC
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