El Día Mundial del SIDA (1 de diciembre) ha vuelto a levantar una amarga polémica que tiene ya décadas de vigencia; la prohibición de donar sangre a los hombres homosexuales por considerarlos un riesgo sanitario. Actualmente medio centenar de países, entre ellos Alemania o Estados Unidos, prohíben a cualquier homosexual donar sangre. Esta combinación de miedo, ignorancia, prejuicios y una sociedad más homófoba que la actual, llevó al país a vetar que los hombres homosexuales donasen sangre.
Luego de más de treinta años de la aparición de esta pandemia y a pesar del profundo conocimiento actual sobre el VIH, la prohibición sigue vigente en Estados Unidos, aunque se especula en los últimos tiempos que este veto podría cambiar en el corto plazo. Entre las iniciativas que se promovieron este año para luchar contra esta prohibición discriminatoria ha destacado la generada en Turquía, que logró una gran repercusión en las plataformas online.
“Esta norma contradice los principios institucionales antidiscriminatorios y de protección de la dignidad humana”, describe el texto de la campaña, apoyado por 19 asociaciones LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) turcas. “Como heterosexual también se afronta el mismo riesgo de contagio durante el sexo, está claro que este requisito no está basado en el interés médico”, que señala que esta práctica viola la Convención Europea de Derechos Humanos y la Constitución turca.