El pasado lunes (7) el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció que a partir de ahora la organización internacional reconocerá los matrimonios entre personas del mismo sexo de sus empleados, sin importar su nacionalidad y más allá de que sean ciudadanos de un país que no acepte este tipo de uniones. Hasta el momento, las Naciones Unidas sólo definía el estado marital de sus empleados sobre la base de las leyes vigentes en sus países de origen, según aclaró su portavoz oficial, Farhan Haq, en una reciente conferencia de prensa.
Esta directiva provocaba que la ONU no considerase como casado a un trabajador que había celebrado un matrimonio igualitario en un país donde ese tipo de enlaces son legales, a no ser que estas uniones también lo fuesen en su Estado de origen. Al describir la nueva política Ki-moon aseguró que el respeto a los derechos humanos está en el centro del organismo que encabeza, y señaló que se siente orgulloso de promover una mayor igualdad entre todo el personal a su cargo.
Aunque esta normativa no se hizo pública hasta la semana pasada, la decisión se hizo efectiva desde el pasado día 26 de junio. En un comunicado interno a sus empleados, Ki-moon afirmó que la igualdad comienza en casa, y que desde ahora los empleados que estén casados con una persona del mismo sexo tendrán todos los beneficios y derechos con independencia de las leyes del país de origen de esos funcionarios. Para el secretario la medida ofrecerá «más igualdad para todos los empleados», por lo que pide a «todos los miembros de la familia de la ONU que se unan para rechazar la homofobia».