Lugares donde sólo pueden entrar hombres, donde no pueden entrar heterosexuales y joyas por el estilo. Tanto quejarnos de la discriminación y ahora mis amigas no pueden entrar al bar de osos conmigo. Tanta manifestación en busca de la integración y mis amigos hetero no pueden bailar en la discoteca conmigo. Obviamente me baso en casos reales vividos por mí. ¿De qué sirve gritarle al cielo cuando somos nosotros los primeros que plantamos el stop rosa al primero que nos viene en gana?
“Si metes a un hetero en el bar con cuarto oscuro se asusta”, “Siempre vienen a buscar bronca”, “¿Qué pinta una mujer en un bar donde los tíos vienen a buscar rollo?” Perlas como estas tengo más y todas iguales. Esto lo podría comparar con el hecho de ir con un montón de amigos hetero, terminar en un club de alterne y que no me dejaran entrar por ser gay, o que una pareja gay fuese a un club swinger –intercambios de pareja- y no les dejaran entrar por lo mismo. Entiendo que todo comentario se base en un hecho real, pero de nuevo volvemos a caer en la generalización. Es como ver los reportajes de televisión sobre el Orgullo Gay, donde siempre salen las cuatro travestis y drags divinas de la muerte, consiguiendo con ello que tanta gente piense que eso es lo único que hay en dicha fiesta.
Buena pregunta. «¿qué pinta una mujer en un bar de osos?» pues a mí me encantan. Me encanta estar en un bar rodeada de bears guapos, donde tomarme unas cervezas con ellos sabiendo que nadie se va a meter conmigo, ni van a pensar que voy buscando rollo. Además con lo que a estos chicos les gusta el roce, mmm.
Igual de despreciable me parece la homofobia como la heterofobia. O la misoginia, para el caso.
Hola Lola!
Que sepas que me has hecho soltar una buena carcajada con tu frase de «con lo que a estos chicos les gusta el roce, mmm», jajajajajajaja. Me ha encantado tu opinión y te doy ABSOLUTAMENTE TODA LA RAZÓN. Si algún día, mis queridos osos me dan voz, te aseguro que entraremos al bar en volandas.
Un besote!