El colmo de la hipocresía se hizo noticia hace pocos días en Estados Unidos. El protagonista de la historia ha sido Steve Wiles, precandidato republicano (conservador) al senado del estado de Carolina del Norte y un conocido detractor de los derechos LGBT, que ha hecho campaña con su partido en contra del matrimonio igualitario en Carolina del Norte y que la última semana admitió haber trabajado como drag queen en el pasado bajo el nombre artístico de ‘Mona Sinclair’.
El escándalo salió a la luz luego de que Randy Duggins, antiguo dueño del club nocturno Odissey, en la ciudad de Winston-Salem, logró reconocer la cara a Wiles y denunció el hecho a la prensa manifestando: “Wiles es un hipócrita. Reconocí su foto ojeando el periódico. Es definitivamente él. Ha envejecido un poco, pero sin dudas es él. No me interesa atacarle, solo pienso que es un mentiroso y quiero que todo el mundo sepa realmente quién es”. Duggins cerró su Club 2010, y aseguró que Wiles era un cliente habitual del lugar y trabajó como drag queen presentadora, como Mona, desde 2001 hasta el cierre del local.
Hace tres semanas, en medio del huracán mediático, Wiles respondió tratando de negar los rumores y su homosexualidad, pero finalmente tuvo que admitir (tácitamente) su colorido pasado como drag queen. Wiles aseguró haber pedido perdón a sus seres queridos por las cosas que había hecho en el pasado cuando era joven. A quien no ha pedido perdón al parecer es a la comunidad LGBT de Carolina del Norte ni a los votantes republicanos a los que engañó en los últimos meses.