El pasado viernes (25) el Parlamento de Polonia acabó por rechazar todo tipo de legalización de las uniones civiles, incluidas las parejas formadas de ciudadanos polacos del mismo sexo. Los parlamentarios de la Cámara Baja decidieron por mayoría rechazar tres proyectos de leyes que proponían legalizar las uniones civiles, sin llegar a constituir matrimonio, pero que daría un marco legal a miles de parejas polacas, y derechos civiles como el de heredar a parejas que conviven desde hace años pero no están casadas.
Los proyectos de ley habían sido propuestos por el partido gobernante Plataforma Cívica, y el actual ministro polaco, Donald Tusk, apoyaba ante el parlamento la aprobación de una nueva ley para dar legalidad a estas parejas, pero finalmente 46 diputados de su propio partido formaron bloque para voltear esta iniciativa y rechazar los tres proyectos en su primera lectura sin dar lugar a un mayor de debate parlamentario.
El jefe de Gobierno polaco se ha dirigido a los diputados opositores para recordarles que «no pueden negar la existencia» de las parejas homosexuales y «que no pueden criticar a otros ciudadanos polacos por decidir vivir su vida de la manera que quieran». Robert Biedron, el primer diputado abiertamente homosexual en Polonia, dejó claro que no bajará los brazos y que seguirá liderando con todo esfuerzo para lograr obtener derechos civiles para todas las parejas, estén en matrimonio o no, ya sean del mismo o distinto sexo. Desafortunadamente la presión de los grupos conservadores y religiosos que aún mantienen su poder en la política polaca, permiten este tipo de desigualdad legal en contra de las minorías sociales.
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Fuente – Washington Post
Foto – Spiegel