El pasado lunes (20) el futuro cardenal emérito español, Fernando Sebastián Aguilar, ha sido duramente repudiado por diversas asociaciones LGBT españolas y por diferentes sectores de la política tras haber afirmado públicamente que la homosexualidad es «sólo una deficiencia que debería ser tratada como otras enfermedades». El prelado antigay realizó estas polémicas declaraciones hace pocos días para una entrevista que concedió al diario Sur de Málaga (España), antes de viajar al Vaticano para iniciar los preparativos de la ceremonia de su próximo nombramiento.
Cuando en la entrevista se le preguntó al cardenal sobre la homosexualidad, Sebastián Aguilar declaró textualmente: «es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación. Una sexualidad que no puede alcanzar este objetivo sin duda está fallando. Eso no debería ser un ultraje para nadie. En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias». Sobre estas «deficiencias», Sebastián ha hecho la comparación sobre que padece hipertensión pero que en vez de enfadarse porque se lo digan lo entiende como «una deficiencia que tengo que corregir como pueda».
El polémico cardenal añadió al respecto: «El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado», por lo que ha sostenido que su posición «no es ofensa, es estima» porque cuando «una persona tiene un defecto, el buen amigo es el que se lo dice».
Desde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se criticaron fuertemente estas declaraciones y se afirmó que solo sirven «para perpetuar la discriminación y la violencia que encontramos en muchos países contra las personas LGBT». El comunicado del PSOE agregó: «Son demasiados los representantes de la Iglesia católica española que últimamente promueven la homofobia y cuestionan la libertad de las personas, así como los derechos sexuales y reproductivos».
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