La justicia suiza deportó finalmente al ciudadano iraní acusado de narcotráfico a su país desestimando su asilo por causas humanitarias, dado que el Tribunal de la ciudad de Berna reconoce que en Irán la homosexualidad está prohibida pero argumenta que no se da “ninguna discriminación sistemática contra los gays” por lo tanto no existe riesgo de vida para el acusado.
El deportado es un ciudadano de origen iraní de 35 años que vivía con su pareja -un hombre suizo- desde 2003 y con el que registró su unión civil en 2008. Esta unión le otorgaba un permiso de residencia en el país, que sin embargo le fue retirado por haber sido condenado a dos años de cárcel por narcotráfico (71 gramos de heroína).
El hombre iraní intentó evitar su deportación buscando asilo humanitario aduciendo que en Irán su vida corría grave peligro por su condición homosexual. Sin embargo, el Tribunal rechazó este amparo argumentando que en Irán nadie es condenado a muerte sólo por “ser homosexual” y que bastaría con mantener “oculta su orientación sexual como la mayoría de homosexuales en ese país”.
Esta argumentación es semejante a la aplicada por otros países como Estados Unidos, que deniegan solicitudes de asilo por parte de personas que corren riesgo de vida en sus países de origen por su identidad u orientación sexual.
Fuente: UG
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