Después de que tres Cortes de Apelaciones de los Estados Unidos (organismos que median entre la justicia federal de los estados y el Tribunal Supremo) determinasen que la prohibición del matrimonio de parejas del mismo sexo supone una contravención de la enmienda 14 de la Constitución Nacional, el mismo Tribunal Supremo de EE.UU. ha dado a conocer que el próximo 29 de septiembre analizará si acepta o no las apelaciones a las sentencias dictadas por las cortes federales.
Dichas sentencias obedecen al fallo de la Corte del 10° Circuito, en donde se comprenden los estados de Utah y Oklahoma, la Corte del Cuarto Circuito, la cual se pronunció respecto al caso de Virginia, y la del séptimo Circuito, que abarca los casos de Indiana y Wisconsin, es decir los cinco estados de EE.UU. donde grupos tanto religiosos y políticos, en su mayoría homófobos, que pretenden prohibir constitucionalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El próximo lunes 29 el alto tribunal determinará si se admiten o bien uno o varios de los casos. No obstante se prevé que las suspensiones cautelares aplicadas a las sentencia por los mismos jueces federales en espera de las apelaciones sean extendidas, lo que supondría una afectación a nivel nacional, dado el caso de que estableciera que la prohibición del matrimonio igualitario es inconstitucional. De no ser así, serían los mismos estados los encargados de aprobar o no civilmente de la figura matrimonial a las parejas homosexuales.