El pasado martes el gobierno de EE.UU. terminó con la prohibición de que los homosexuales puedan servir abiertamente a las fuerzas armadas. Hasta ahora los gays que servían al ejército no podían revelar su orientación sexual, pero eran tolerados bajo una ley denominada «No preguntes, No digas» que estuvo vigente desde el administración Clinton en 1993.
Ese mismo año más de 13.000 militares fueron injustamente dados de baja al conocerse sus preferencias sexuales, bien delatados por sus compañeros de armas o por haberlo dicho abiertamente. Las Fuerzas Armadas de EE.UU. informó que ya reciben solicitudes de ingreso de homosexuales y que comenzarán a analizarlas a partir de esta misma semana, ni bien expire la prohibición legal.
De acuerdo con un estudio del Instituto Williams, de la Universidad de California en Los Ángeles, actualmente unos 48.500 hombres y mujeres homosexuales y bisexuales se encuentran en servicio activo o en las reservas de las Fuerzas Armadas de EE.UU., y otros 22.000 se encuentran en las fuerzas de reserva y retirados. Esto hace un total de más de 70.500 homosexuales, que representan el 2,2 por ciento de la fuerza militar de EE.UU., según ese estudio. La modificación del «no preguntes, no digas» fue una promesa electoral de Obama en 2008, pero enfrentó una fuerte oposición por parte de grupos conservadores.
Fuente: Público