Hasta el momento las solicitudes de beneficios de inmigración para extranjeros casados con ciudadanos estadounidenses del mismo género eran rechazadas automáticamente debido a la ley vigente en defensa del matrimonio. Gracias a que el gobierno de la administración de Barack Obama ha decidido dejar de defender esta ley, el departamento de inmigración dejará de rechazar de manera automática estas solicitudes de beneficios.
Según el vocero del Servicio de Ciudadanía e Inmigración, Chris Bentley, esta variante de imponer un compás de espera a la decisión sobre las solicitudes de las parejas de homosexuales no es un cambio de política. El secretario de Justicia, Eric Holder, anunció en febrero pasado que su departamento no defendería más la constitucionalidad de esa ley.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración aguarda el asesoramiento legal del Departamento de Seguridad Nacional en la materia. Por el momento no se tenía información exacta de cuántos ciudadanos estadounidenses homosexuales han solicitado traer sus cónyuges extranjeros a Estados Unidos. Bob Deasy, de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, dijo que la pausa en los rechazos automáticos era «un paso en la dirección correcta».
La reciente decisión de no defender la ley anti-matrimonio ya ha incidido por lo menos sobre un caso. Este mes de marzo, un juez de inmigración del estado de Nueva York aplazó una orden de deportación en contra una lesbiana argentina casada con una ciudadana estadounidense.
Fuente: Yucatán