La reciente elección de los primeros miembros del colectivo LGBT en el parlamento polaco ha iniciado una nueva era para el movimiento homosexual en el país europeo, dueño de un perfil tradicionalmente conservador y de un reciente pasado marcado por la homofobia institucional.
Con la llegada al parlamento de Anna Grodzka (la primera diputada transexual) y Robert Biedron (el primer diputado abiertamente gay) se ha relanzado el debate sobre el reconocimiento jurídico de los derechos LGTB y como primera medida el postergado el proyecto de uniones civiles para las parejas homosexuales.
Sobre este tema el diputado Biedron adelantó que su partido unirá fuerzas con la Alianza de la Izquierda Democrática (SLD) para relanzar este importante proyecto y también comentó a los medios lo siguiente: “Cientos de miles de parejas ya viven en asociaciones informales, y están a la espera de la regulación estatal en materia de propiedad y tributación conjunta”.
Este proyecto de ley fue injustamente parado por el anterior gobierno de coalición de derecha, pero luego de la última elección semanas atrás, el partido del primer ministro Donald Tusk logró mayor espacio político, dando mayores esperanzas al colectivo LGBT polaco. Tusk adelantó que estaba dispuesto a tratar el asunto de las uniones civiles que consideraba prioritario este tema dentro de su agenda política.
Fuente: DM