Como es usual, al revés de los tiempos y la realidad, la iglesia católica se sigue enfrentando con diversos gobiernos del mundo por las nuevas leyes que están surgiendo que promueven la igualdad de derechos para todas las personas sin importar su orientación sexual.
En esta oportunidad, el arzobispo Silvano M. Tomasi, representante vaticano en el Consejo de Derechos Humanos por las Naciones Unidas, afirmó el pasado martes 22 ante esta organización: «Las personas que critican las relaciones homosexuales por razones morales o religiosas están siendo cada vez más atacadas y denostadas por sus opiniones.»
Tomasi agregó que la Iglesia Católica creía profundamente que la sexualidad humana era un regalo reservado para las parejas heterosexuales casadas. «La gente está siendo atacada por tomar posturas que no apoyan el comportamiento sexual entre personas del mismo sexo», manifestó el prelado en sesión del Consejo de Derechos Humanos.
«Cuando expresan sus creencias morales o creencias sobre la naturaleza humana (…) son estigmatizados y, peor aún, son denostados y perseguidos. Estos ataques son violaciones de derechos humanos fundamentales y no pueden ser justificados bajo ninguna circunstancia», sostuvo el arzobispo.
Esta no es la primera oportunidad que la iglesia católica se opone a condenar la violencia o la criminalización contra homosexuales. Dos ejemplos concretos son su oposición al proyecto de Francia para promover la despenalización universal de la homosexualidad en diciembre del 2008 y en enero de este año, se movilizó para evitar que el Consejo de Europa emitiera una resolución contraria a la discriminación de gays, lesbianas y transexuales.
Fuente: EDEC