Este fin de semana, la muerte de Whitney Houston ha dejado un irreparable vacío en el mundo de la música. Fallecida esta madrugada a los 48 años en la ciudad de Los Ángeles, fue sin lugar a dudas la gran estrella del pop mundial, y su presencia abrió el camino a una generación de cantantes femeninas que han seguido sus pasos desde hace décadas. Dueña de una voz única e inimitable, comenzó su carrera a mediados de los ochentas por la puerta grande, consolidándose desde su primer álbum como una de las cantantes más destacadas de su generación, que ha tenido una trayectoria brillante en la cual logró conseguir más de cuatrocientos premios que le convirtieron la artista más galardonada de todos los tiempos.
Sus primeros trabajos discográficos lograron cosechar un enorme éxito en todo el mundo, logrando con su segundo LP titulado simplemente «Whitney» (1987), el record de alcanzar siete números uno consecutivos, con éxitos como la balada «Greatest Love of All» o la festiva «I Wanna Dance With Somebody». A principios de los noventa logró trascender su éxito en el mundo de la música al cine con el lanzamiento de la película «The Bodyguard», la cual protagonizó junto a Kevin Costner, y cuya banda sonora arrasó los rankings de todo el mundo, siendo el primero que vendió más de un millón de copias en su primera semana a la venta y convirtiéndose en la banda sonora más vendida de la historia, con sus 48 millones de copias vendidas.
Luego de tocar el cielo con las manos, llegó su controvertido matrimonio con el rapero Bobby Brown, que empaño su brillo y éxito artístico, y que la convirtió en motivo continuo de escarnio público, siendo desde entonces más noticia por sus escándalos y adicciones que por sus éxitos musicales. Como legado nos quedará por siempre su voz y su inconfundible sonrisa que ha llegado a los corazones de millones de fans que hoy lamentan su desaparición.
Fuente: Cuatro