El pasado fin de semana se realizó la visita de Joseph Ratzinger a España con motivo del Año Jacobeo en Santiago de Compostela y de la consagración del templo de la Sagrada Familia en Barcelona. Como era de esperar Ratzinger no dejó de mostrar su acostumbrada intolerancia e imposición de ideas atacando al colectivo LGTB con sus afirmaciones en contra del matrimonio homosexual.
Al respecto Ratzinger afirmó en su homilía en Barcelona: «El amor indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural».
Su visita ha tenido una baja repercusión a nivel popular en ambas ciudades, y esto fue mas marcado aun en la ciudad de Barcelona donde los medios evaluaron con un frío recibimiento en sus calles. Como es de entender la mala imagen generalizada de este Papa le sigue pasando factura alrededor del mundo.
La convocatoria LGTB para la besada popular en oposición a esta visita tuvo la repercusión esperada en los medios de todo el mundo. Cientos de parejas del mismo sexo mostraron su rechazo pacíficamente besándose frente a la comitiva papal.
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Fuente: DM