La nueva presidenta de Malawi, Joyce Banda, ha dado marcha atrás con su promesa electoral de acabar con derogar las leyes que persiguen a las minorías homosexuales en su país. La decisión se debe (según ella) a que esta derogación sería contraria a la opinión de la población. El pasado mes de mayo, la mandataria africana afirmó que apoyaría la revocación de las polémicas leyes que penalizan los actos homosexuales en Malawi.
Banda justificó ante la ONU el hecho afirmando, «Cualquiera que este participando del debate en Malawi por este asunto sabe que los malauíes no están ahora mismo preparados para enfrentarse derogar estas leyes. Como líder política, no tengo el derecho a influir en los sentimientos de la gente. Malawi y la mayoría de los países africanos quizá estamos actualmente como estaban Estados Unidos o el Reino Unido hace un siglo atrás. Creo que lo mejor que puede hacer la comunidad internacional es dejar que cada país tome sus decisiones y que puedan debatir libremente estos asuntos sin presiones externas».
Este nuevo anuncio contrastó con las buenas novedades dejadas en la ONU por países como EE.UU., Francia e Inglaterra, que declararon que duplicarán esfuerzos por lograr despenalizar la homosexualidad en todo el mundo.
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Fuente – Mambaonline
Foto – Spyghana